Este viernes 12 de diciembre es el portal energético 12/12. Para los creyentes de lo esotérico, este es considerado uno de los momentos más poderosos del calendario. Se trata de un evento que concentra vibraciones únicas que ofrecen la posibilidad única de potenciar la manifestación y la abundancia. Para aprovechar su energía, se pueden realizan diferentes rituales.
En la numerología, el número uno representa el inicio, la creación, la voluntad y la acción. De esa forma, hace referencia al poder de la mente para generar una idea o proyecto, con energía de liderazgo y de impulso pionero. En tanto, el dos simboliza la dualidad, la unión, la cooperación y el equilibrio, lo que habla de la necesidad de asociación, la diplomacia y la sensibilidad. Su energía es de armonía y de conexión.
Por lo tanto, cuando van unidos se asocia con la perfección, la maestría y la culminación de un ciclo, lo que marca el camino hacia una nueva etapa con una sabiduría adquirida. En ese sentido, la repetición del doce en el día y el mes, 12/12, impulsa a usar la voluntad y la creatividad en sintonía con las necesidades del entorno y el plano espiritual. Su energía se potencia enormemente y equilibra la acción individual con la cooperación y el propósito universal.
El portal 12/12 invita a manifestar abundancia y prosperidad, y crear una conexión espiritual con guías y el plano superior para recibir claridad sobre el propósito de vida y las acciones a seguir. También es un buen momento para hacer el cierre o apertura de ciclos, que implica soltar lo viejo y dar la bienvenida a lo nuevo con una visión más elevada.
Es por ello que se recomienda enfocar la jornada en actividades de alta vibración para aprovechar al máximo el influjo energético del portal:
A continuación, algunos rituales para canalizar la energía del portal 12/12.
Este rito se centra en la visualización creativa y la intención escrita para anclar los deseos de prosperidad y realización. Se utiliza la poderosa energía de manifestación del portal para programar el futuro deseado y hacer que la intención crezca más rápido en el plano material.
Se necesita una hoja de papel o libreta nueva, una birome de tinta verde (asociado a la sanación y la abundancia) o dorada (asociada al éxito), una vela blanca (símbolo de purificación e intención) y una pizca de canela en polvo.
Este es el paso a paso para el ritual de la Carta de la Abundancia:
Encender la vela blanca en un lugar tranquilo y despejado. Realizar tres respiraciones profundas para centrarse.
Escribir una carta dirigida al universo, a los guías espirituales, o simplemente a uno mismo, donde se describe la vida en el futuro (dentro de seis meses, por ejemplo) como si los deseos de abundancia, salud y éxito ya se hubieran cumplido. Se debe usar un lenguaje de agradecimiento y afirmación. Por ejemplo: “Gracias porque ahora mi proyecto es un éxito y me genera la abundancia que merezco”.
Doblar la carta con cuidado. Se esparce sobre ella una pizca de canela mientras se repite la frase: “Hecho está, mi abundancia se multiplica”.
Dejar que la vela se consuma por completo, siempre bajo supervisión. Guardar la carta en un lugar seguro y secreto, y no volver a leerla hasta que haya pasado el tiempo intencionado.
El agua es un potente conductor energético. El 12/12 se asocia a la maestría; para alcanzarla, es vital desprenderse de las dudas y las cargas emocionales. Este baño simboliza el cierre de ciclos y prepara el aura para recibir la claridad y el impulso creativo.
Para ello, hace falta un puñado de sal gruesa o sal marina, pétalos de una flor blanca, hierbas como ruda o romero, e incienso de sándalo o mirra.
Así es cómo se hace un baño de descarga y activación para la claridad mental:
Encender el incienso en el baño para purificar el espacio.
Mientras se llena la bañera (o en un recipiente si se utiliza la ducha), disolver la sal gruesa y los pétalos de flores. Se debe intencionar que esa agua limpie toda carga y miedo.
Sumergirse en el agua mientras se visualiza cómo la sal arrastra las preocupaciones y las tristezas. Si se utiliza la ducha, verter el agua preparada del cuello hacia abajo.
Al finalizar, mirarse al espejo y repetir: “Soy un canal de luz y mi propósito se manifiesta con facilidad y gracia. Hecho está”.
Se trata de una práctica simple que concentra la intención en el fuego, el elemento de la transformación que acelera la manifestación. Es ideal para enfocar deseos muy específicos con la alta vibración del 12/12.
Se requiere tres velas de colores específicos: amarilla (para la claridad, la comunicación y la inteligencia), verde (para la salud, el crecimiento y la abundancia material) y azul (para la paz, la protección y la conexión espiritual). También es necesario cualquier aceite vegetal, semillas de sésamo o azúcar y un plato de cerámica.
Este es el proceso para una programación de velas para nuevos comienzos:
Impregnar las manos con el aceite y frotarlo en cada vela desde la base hasta la mecha mientras se visualiza con intensidad el deseo asociado a ese color. Por ejemplo, para la verde puede ser estabilidad económica.
Colocar las semillas o el azúcar en un plato. Pasar suavemente cada vela con aceite por el plato para que el material se adhiera, lo que simboliza que el deseo se pega a la vida.
Colocar las tres velas en el plato. Encenderlas con un fósforo de madera y meditar frente a ellas por al menos 12 minutos, mientras se concentra en la sensación de tener el deseo ya cumplido.
Dejar que las velas se consuman por completo. Los restos deben ser devueltos a la tierra (en una maceta o jardín) como señal de que el universo ha recibido la ofrenda.

