Este viernes se llevó a cabo el tercer concierto de los ocho que Bad Bunny ofrecerá en la Ciudad de México como parte de su gira internacional “DtMF”, acrónimo del álbum Debí Tirar Más Fotos. El Estadio GNP volvió a registrar un lleno total.
La gira “DtMF” tiene como eje central la identidad boricua, los recuerdos, la memoria colectiva y el orgullo latino. A través de visuales, escenografía y coreografías, Bad Bunny busca llevar la cultura de Puerto Rico al mundo, conectándola con las realidades y tradiciones de otros países latinoamericanos.
Uno de los elementos más comentados del espectáculo ha sido la aparición de Concho, un sapo endémico de Puerto Rico que se ha convertido en un personaje recurrente dentro de las pantallas del concierto. Con un tono cargado de simbolismo, Concho funge como una especie de narrador cultural que conecta al público con la esencia del álbum.
Durante la noche del 12 de diciembre, fecha profundamente significativa para millones de mexicanos por celebrarse el Día de la Virgen de Guadalupe, Concho aprovechó su intervención para enviar un mensaje que desató la ovación del estadio.
La escena estuvo acompañada por un fondo visual en el que se apreciaban el Palacio Nacional y la Catedral Metropolitana, ambos coronados por una bandera mexicana. La imagen fue interpretada como un gesto de respeto y hermandad cultural entre Puerto Rico y México, dos países con una población católica numerosa y una fuerte tradición religiosa.
El momento fue captado por decenas de asistentes y rápidamente comenzó a circular en redes sociales, donde usuarios destacaron la sensibilidad del mensaje y la forma en la que Bad Bunny logró conectar con una de las tradiciones más importantes del país anfitrión.
En cuestión de horas, el video se volvió viral, acumulando miles de reproducciones, comentarios y reacciones que celebraban la inclusión de la Virgen de Guadalupe dentro de un concierto de talla internacional.
Además de los momentos virales, los conciertos de Bad Bunny en México han estado marcados por una dinámica especial con las canciones sorpresa. El artista ha anunciado que ciertos temas solo se interpretan una vez durante toda la gira y no volverán a sonar en ningún otro concierto ni país.
Estas canciones se presentan cuando Bad Bunny se coloca sobre “La Casita”, uno de los elementos escenográficos más simbólicos del show. Hasta ahora, las sorpresas han sido:
Cada anuncio ha generado expectativa y emoción entre los asistentes, convirtiendo cada fecha en un evento irrepetible.
La magnitud del fenómeno Bad Bunny en México quedó clara desde la venta de boletos. Se estima que cerca de 3 millones de personas intentaron adquirir entradas para sus conciertos en la capital, pero solo alrededor de 500 mil lograron asegurar un lugar en alguna de las ocho fechas.
Esta cifra no solo confirma el impacto del artista en el país, sino que consolida a México como una de las plazas más importantes de la gira “DtMF”.
El tour llega a México tras una histórica residencia de 30 conciertos en Puerto Rico, la llamada “Isla del Encanto”. Dichos conciertos generaron una derrama económica estimada en más de 20 millones de dólares, considerando tanto la exposición mediática gratuita como el impulso al sector turístico.
La residencia comenzó en julio, coincidiendo con el Día de San Benito, y estuvo acompañada por el anuncio de programas de apoyo a estudiantes y agricultores puertorriqueños, impulsados a través de la Fundación Good Bunny.
En sus conciertos, Bad Bunny se rodea de artistas puertorriqueños y fusiona su reguetón con ritmos caribeños como la salsa, el dembow y la plena, un género nacido en las zonas azucareras como medio de comunicación de la clase trabajadora.
Antes de llegar a México, Bad Bunny se presentó en Costa Rica y República Dominicana. Tras cerrar el año en territorio mexicano, reanudará su gira por Latinoamérica el 9 de enero en Chile, llevando consigo no solo música, sino identidad, cultura y mensajes que, como el de Concho y la Virgen de Guadalupe, ya forman parte de la conversación global.
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