El Centro Cultural Roberto Cantoral se convirtió en un refugio donde el rap fue más que música: fue abrazo, desahogo, puente y revolución durante la final de Hip Hop por La Paz, que logró consolidarse como un movimiento nacional que no sólo encuentra talento en las calles, sino también tras los muros de prisión, en aquellos lugares donde la esperanza casi nunca tiene micrófono.
Doce finalistas de distintos rincones del país llegaron hasta la capital para demostrar que la creatividad puede nacer entre carencias, que el arte acompaña incluso cuando el bolsillo está vacío y que la música, para muchos, es el salvavidas que les permitió seguir aquí. Uno de ellos contó que cantó todo el camino en el camión para no dormirse ni perder el ánimo: la pasión también viaja sin boleto.
La iniciativa, coordinada por Red Viral y el colectivo Bendito Estilo, nació de una idea sencilla, dejar que quienes pocas veces son escuchados cuenten su propia historia.
“A través de la música, a través del arte, a través de lo que les gusta, creo que hay un mensaje muy importante al mundo, a México y a todos, que es de conexión real con las juventudes”, explicó Eunice Rendón, coordinadora de Red Viral e impulsora del proyecto.
El concurso creció tanto que alcanzó los 32 estados del país, recibiendo 180 canciones comunitarias de más de 550 jóvenes, muchas transformadas en videoclips donde los barrios se vuelven protagonistas y la palabra se erige como acto de resistencia, ahí mostraron sus calles, sus heridas, sus amistades, la mirada que no quiere quedarse callada.
“Realmente significa algo muy hermoso porque no nos imaginábamos estar en un lugar así a tan con algo que nos gusta hacer, expresar algo bonito, y que podamos reflejar La Paz y el hecho de que queremos cambiar el mundo, queremos que todo se sienta bien”, dijo Víctor Cardona, quien viajó desde Querétaro junto con su banda para inspirar a más jóvenes a través de su música.
Mientras que Bratz, originaria de San Luis Potosí y quien desde los cinco años canta hip hop, lucha no sólo por La Paz, también porque todas las mujeres sean escuchadas y respetadas a través de la música. “Yo me inspiré en todo lo que está pasando en varios lados, en varios estados: muertes, balaceras, gente que discrimina por el color, por muchos rasgos, yo me inspiré desde ese punto, partí de ahí a hacer mi canción y pues el mensaje, obviamente, pues todo el de todos es de paz”.
Pero donde el proyecto estremeció más corazones fue en la categoría penitenciaria, ya que desde 109 centros penitenciarios del país —estatales y federales— llegaron 204 canciones, casi todas de colectivos formados dentro de la cárcel.
“Son voces que por años fueron invisibles; aquí, en cambio, se escuchan fuertes, acompañadas por beats, letras que hablan del dolor de caer… y del sueño de volver a levantarse”, expresó Eunice emocionada.
Para ellos también hubo convivencia nacional, ya que una transmisión especial conectó por internet a cientos de artistas privados de la libertad, quienes celebraron el talento de otros estados con un entusiasmo contagioso. “Si el aislamiento es castigo, este encuentro se volvió respiración”, se escuchaba entre los videos.
Los premios tampoco se quedaron sólo en el aplauso. En la vertiente penitenciaria, el primer lugar recibió un gimnasio completo donado por el programa Knock Out, No Tires la Toalla, además de equipo deportivo, kits e insumos para seguir fortaleciendo comunidad dentro de los penales.
En la vertiente comunitaria, los jóvenes obtuvieron un paquete de difusión nacional que les abrirá espacios en medios, además de reconocimientos simbólicos.
Llevan el arte a otros rincones
A partir de enero, en una apuesta inédita, comenzarán conciertos al interior de las cárceles de Ciudad de México, Morelos, Nayarit y otros estados, con la intención de que la música entre donde la libertad escasea, recordándoles que la creatividad y el arte, no delinque.
“Sólo quiero expresar mi mensaje de paz a través de lo que más amo, la música, esto me permite expresar lo que siento, lo que vivo y lo que deseo para mi sociedad. Todos debemos de ser unidos y ver la música como un puente para llevar el mensaje y hacer el bien”, dijo Mary Cruz Ramos, originaria de San Luis Potosí, quien sueña con ser ingeniera y combinarlo con la música.
Alejandrina Franco
El dato
En la categoría de Vertiente Penitenciaria los ganadores fueron:
3ro.: Centro de Reinserción Femenil de Atlacholoaya, Morelos. (Empate)
3ro.: Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Zumpango, Estado de México.
2do.: Centro de Reinserción de Bucerías, Nayarit.
1ro.: Centro de Reinserción Social Venustiano Carranza, Nayarit.
Mientras que los galardonados en la categoría comunitaria fueron:
3ro.: Estado de México.
2do.: San Luis Potosí.
1ro.: Guerrero.


