"NO estoy construyendo un nuevo sistema financiero. Construí un casino."
Esta cruda confesión de Ken Chan, ex cofundador del protocolo de derivados Aevo, ha estado resonando en las comunidades cripto asiáticas esta semana.
Lo que comenzó como una publicación en X ahora ha cruzado fronteras lingüísticas, ha sido introducido a las comunidades chinas por medios de noticias locales, y ha sido ampliamente compartido entre traders coreanos, acumulando millones de vistas en el proceso.
Patrocinado
Patrocinado
De Ayn Rand a la desilusión: El viaje de un libertario a través de las criptomonedas
La confesión de Chan no es simplemente una crítica—es el desmoronamiento de una ideología personal. Se describe a sí mismo como un "libertario idealista" que donó a la campaña presidencial de Gary Johnson en 2016 después de ser radicalizado por las novelas de Ayn Rand. El ethos cypherpunk de Bitcoin hablaba directamente a esta visión del mundo. "Poder cruzar la frontera con mil millones de dólares en tu cabeza es y siempre será una idea poderosa para mí", escribe.
Sin embargo, ocho años de experiencia en la industria erosionaron ese idealismo. Chan relata cómo las guerras de Layer 1—la inundación de capital en Aptos, Sui, Sei, ICP, y muchos otros—no produjeron ningún progreso significativo hacia un nuevo sistema financiero. En cambio, "literalmente quemó el dinero de todos" en busca de convertirse en el próximo Solana. Su veredicto es implacable: "No necesitamos construir el Casino en Marte".
Según su perfil de LinkedIn, Chan dejó Aevo en mayo de este año. Su sitio web personal indica que ahora está trabajando en KENSAT, un proyecto de satélite personal. Está programado para lanzarse a bordo de un Falcon 9 en junio de 2026. Su confesión llega seis meses después de su partida. Ocurre mientras el token AEVO cotiza aproximadamente a 45 millones de dólares en capitalización de mercado totalmente diluida—una caída de aproximadamente 99% desde su punto máximo.
La metáfora central de Chan—que las criptomonedas se han convertido en "el casino en línea, multijugador, 24/7 más grande que nuestra generación ha inventado"—atraviesa la complejidad técnica con claridad visceral.
Patrocinado
Patrocinado
El momento amplifica el mensaje. Tras la turbulencia del mercado de octubre y la volatilidad persistente, los participantes de toda la región han estado lidiando con la fatiga. Los medios chinos enmarcaron la propagación viral como un reflejo de "ansiedad colectiva en medio de la sequía de liquidez y el vacío narrativo".
Las respuestas en idioma chino han estado divididas. Algunos respondieron con dureza: "Los mismos ocho años—algunos alcanzan la cima, otros salen del escenario. Perder el tiempo es tu propio problema". Otros fueron más allá que el propio Chan, con un comentarista escribiendo: "Todo el círculo cripto es tonto, sin excepciones. Después de más de una década, ¿qué producto blockchain ha usado realmente la persona promedio?"
Las respuestas coreanas reflejaron un agotamiento similar. "Además de las stablecoins, no hay un caso de uso real", señaló un trader. Otro fue más directo: "En el fondo de las criptomonedas, no hay nadie creando nuevo valor para la sociedad—solo estafadores agrupándose para succionar dinero de los inversores minoristas".
La ansiedad generacional encuentra una voz a través de las fronteras
Quizás lo más sorprendente es la advertencia de Chan de que la "mentalidad tóxica" de la industria "conducirá al colapso a largo plazo de la movilidad social para la generación más joven". Esta preocupación resuena profundamente en las sociedades de Asia Oriental. Los caminos tradicionales hacia la riqueza—bienes raíces, empleo estable—se han vuelto cada vez más inaccesibles. Las criptomonedas prometieron una alternativa; Chan sugiere que pueden estar acelerando el problema.
El analista coreano KKD Whale ofreció una reflexión paralela sin abordar directamente la publicación de Chan. "La era de mantenerse solo con una habilidad central está pasando", escribió, recordando a un colega talentoso que podía comprimir ocho horas de trabajo en una pero nunca se molestó en profundizar su experiencia. La habilidad se volvió obsoleta; la persona siguió adelante.
Mientras Chan cuestiona lo que la industria ha construido, KKD Whale cuestiona lo que los individuos han acumulado dentro de ella. Ambos llegan al mismo inquietante destino.
Chan cierra con una cita de CMS Holdings: "¿Quieres ganar dinero o quieres tener razón?" Su respuesta: "Elijo tener razón esta vez".
Seis meses después de dejar el proyecto que construyó, y con AEVO cotizando a una fracción de su valor anterior, la pregunta persiste: ¿Es esta la claridad de la retrospectiva, o la conveniencia de la salida? El viaje viral de su confesión sugiere que muchos otros se están haciendo la misma pregunta.
Fuente: https://beincrypto.com/i-wasted-8-years-in-crypto/


