Estados Unidos suspendió la implementación del acuerdo tecnológico de 40.000 millones de dólares con el Reino Unido, apenas unos meses después de haberse firmado, según informaron autoridades británicas y reportó el Financial Times.
Washington tomó la decisión la semana pasada y comunicó oficialmente a Londres la pausa del pacto, cuya finalidad era impulsar el desarrollo conjunto en inteligencia artificial, computación cuántica y energía nuclear civil entre ambos países.
El Acuerdo de Prosperidad Tecnológica, presentado en septiembre durante la visita del presidente estadounidense Donald Trump al Reino Unido, representó en su momento una alianza estratégica para el avance de la investigación en tecnologías de frontera entre los dos principales socios comerciales.
El pacto preveía líneas de colaboración, inversión industrial y proyectos de infraestructura tecnológica con la participación de gigantes estadounidenses como Microsoft, Nvidia, Google y OpenAI.
La suspensión fue confirmada por funcionarios británicos, de acuerdo con el Financial Times, y se produjo luego de crecientes demandas de la Casa Blanca para que Reino Unido flexibilizara regulaciones comerciales ajenas al sector tecnológico. Washington buscaba concesiones en normas alimentarias e industriales que considera barreras no arancelarias que obstaculizan la relación bilateral.
Las negociaciones entre ambos gobiernos se vieron marcadas por choques sobre regulaciones digitales y estándares en materia de alimentos, reportó el New York Times.
Fuentes vinculadas al proceso aseguraron a la prensa que los representantes estadounidenses endurecieron su postura frente a la falta de movimiento británico en esos frentes. Como resultado, la implementación del acuerdo tecnológico quedó suspendida de manera indefinida.
El gobierno británico, a través de un portavoz consultado por Reuters, subrayó que la “relación especial” entre ambos países sigue firme, aunque admitió la dificultad de dialogar con negociadores estadounidenses.
“El Reino Unido está firmemente comprometido a garantizar que el Acuerdo de Prosperidad Tecnológica brinde oportunidades a los trabajadores de ambos países”, indicaron las autoridades de Londres, reiterando la importancia estratégica del pacto.
El convenio, valorado en más de 41.000 millones de dólares, según datos aportados por CNBC, había sido impulsado como una pieza central de cooperación para crear programas conjuntos de investigación y desarrollo.
“Es el mayor paquete de inversión de este tipo en la historia británica”, había declarado Starmer en su residencia de campo, Chequers, durante la visita de Estado de Trump al Reino Unido, calificando el acuerdo de “innovador”. Pero, finalmente, se suspendió dicho pacto.
A su vez, las áreas priorizadas incluían modelos de inteligencia artificial aplicados a biotecnología y salud, infraestructuras de computación cuántica y tecnologías de energía de fusión.
De acuerdo con documentos oficiales británicos, ambas partes firmaron el acuerdo manifestando la intención de inaugurar una “nueva era dorada de la innovación” y de beneficiar a millones de ciudadanos a través de avances científicos y tecnología puntera.
(Con información de Reuters)


