En los últimos dos años hubo avances en materia de facilitación del comercio exterior. Uno de ellos fue la eliminación del CEF, las Sira y las Sirase, regulaciones que generaban distorsiones en la actividad productiva. Sin embargo, son muchos los puntos que faltan, según los exportadores, para llegar a la “normalidad”.
Con solo un paneo por algunos ítems en rojo, claves para la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), se advierte que, por ejemplo, que los pasos fronterizos hacia el Pacífico tienen acceso limitado a Internet; los trámites de comercio exterior todavía no están 100% digitalizados; solo en nuestro país el Estado obliga al sector privado a liquidar el 100% de las divisas; más del 70% de la red vial está en muy mal estado y existe una millonaria deuda del Estado con los exportadores (seis meses de créditos pendientes de pago), que tienen enormes dificultades para cobrar los reintegros.
En 2023, antes de las elecciones, la CERA había presentado una primera versión de su Estrategia Nacional Exportadora (ENE) con propuestas. De ellas, Fernando Landa, al frente de la entidad, comentó que aproximadamente dos tercios siguen pendientes.
La CERA, que representa a más de 3000 empresas, pronostica que 2025 cerrará con exportaciones de bienes por US$84.295 millones, el segundo valor más alto de los últimos cinco años. Sin embargo, hay mucho por hacer en un país donde, según los números que maneja, en 2006 había 15.075 empresas exportadoras de bienes, pero ahora hay 9200 (en 2024 eran 9085). El promedio de la última década es de 9300.
Landa expresó que el crecimiento de volumen de 2025 está dado principalmente por el incremento de exportaciones de porotos de soja. Luego, la producción de trigo tuvo este año un boom, en un entorno de disrupción por la guerra Rusia-Ucrania (dos grandes oferentes trigueros). También se dio un incremento de las exportaciones petroleras.
Sin embargo, la Argentina tiene un potencial mucho mayor, que podría desarrollarse con las medidas adecuadas. El presidente de la CERA señaló que la implementación de la ENE podría sumar exportaciones por alrededor de US$15.760 millones más para 2030, totalizando US$142.442 millones, lo que representaría un incremento del 70% respecto a los valores de 2025.
En un contexto de reformas propuestas por el Gobierno, Landa hizo referencia a que se necesita una “reforma actitudinal hacia el sector exportador, que debe dejar de verse como una solución de caja de cortísimo plazo".
Entre los indicadores que presentó para demostrar la necesidad de cambio se encuentran:
- La exportación anual per cápita de Argentina está debajo de los US$1500, mientras que países como Estonia, Finlandia, Australia y Canadá superan los US$14.000 y Chile y México llegan a US$4500 y 5.000 per cápita.
- La participación de la Argentina en las exportaciones globales es apenas del 0,33% (2024), con escasas perspectivas de mejora para 2025 (0,34%).
- La Argentina tiene una proporción de pymes exportadoras (6,3%) menor al promedio de países menos desarrollados (7,9%).
- Los primeros cinco productos de exportación representan el 59% del volumen enviado(2024) y la capacidad de diversificación continúa limitada.
Diez pilares para normalizar el comercio
Las anomalías que destaca la CERA, sobre las que aconseja actuar para lograr un salto exportador, pueden dividirse en grandes puntos, aunque el desglose de cada uno de ellos lleva a 248 propuestas técnicas:
- Eliminar la liquidación obligatoria de divisas producidas por ventas de exportación de bienes. Según la CERA, la Argentina es el único país del mundo donde el Estado obliga al sector privado a liquidar el 100% de las divisas. Los que están más cerca de esta “anomalía” son Pakistán y Libia.
- Seguir eliminando derechos de exportación. Solo siete países recaudan más del 5% en derechos de exportación y cuatro de ellos tienen una carga superior a la de Argentina (Costa de Marfil, Kazajistán, Guinea Bissau y Bahamas).
- Readecuar los reintegros a las exportaciones para que compensen la carga impositiva indirecta. Existen casos extremos de productos con reintegros del 0% (por ejemplo lácteos, petroquímica, siderurgia y aluminio).
- Eliminar los condicionamientos no previstos en la Ley de IVA para el recupero de este impuesto.
- Regularizar la deuda del Estado con los exportadores. Desde 2024, y en forma creciente, se ha ido dilatando la devolución de los fondos que corresponden a los exportadores en materia impositiva (IVA y Reintegros a los impuestos indirectos). Este retraso no tiene otra justificación que la de financiar al Estado Nacional.
- Avanzar en la creación de una Cuenta Corriente Única Tributaria. Los sistemas dispersos en ARCA (impositivo y aduanero), generan a los exportadores la imposibilidad de compensar fondos.
- Solucionar los temas estructurales para avanzar velozmente en la facilitación del comercio. El Decreto 535/2019 había previsto la instrumentación del Comité Nacional de Facilitación del Comercio (Confac), con representación de los sectores público y privado. Este compromiso, asumido en el marco del Acuerdo de Facilitación del Comercio (AFC) de la OMC, nunca fue implementado. También piden la digitalización de trámites; una modernización del sistema informático aduanero, con una plataforma web con infraestructura en la nube que permita interoperabilidad. En este punto también se requiere la puesta a punto de la Ventanilla Única de Comercio Exterior Argentina (Vucea). La Argentina es uno de los pocos países del mundo en los que este portal no es interoperable con la Aduana ni contempla la realización de pagos.
- Solucionar los temas institucionales y de gobernanza que afectan la logística e infraestructura orientada al comercio. Entre ellas, la concesión de las terminales portuarias de Buenos Aires (que concentran el transporte en contenedor), ya que la licitación continúa postergada desde 2018. Por otro lado, los datos recientes (2024-2025) de Vialidad Nacional y otros informes del sector muestran que más del 70% de la red vial nacional se encuentra en estado regular o malo. Además, en los pasos fronterizos falta infraestructura básica física y digital. Y, el avance de proyectos de corredores bioceánicos tiene una baja o nula participación argentina.
- En el MERCOSUR, alcanzar nuevos consensos que permitan salir del estancamiento actual. Según Fernando Landa, que opina en representación de los exportadores, “no hay que dinamitar el Mercosur”. También, opinó que hay que cuidar la relación con Brasil porque “es muy importante”.
- Mantener una presencia activa en el G20 y el Acuerdo de París, y priorizar el proceso de ingreso de Argentina a la OCDE.
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