El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, se reunirá este domingo con el presidente estadounidense, Donald Trump, en Florida para buscar el respaldo de Washington a una nueva propuesta de paz destinada a poner fin al conflicto con Rusia, el cual está a pocas semanas de extenderse por cuatro años.
El plan de 20 puntos, elaborado tras semanas de negociaciones entre ambos países y representantes europeos, aún no cuenta con el visto bueno de Moscú. El encuentro tiene lugar poco después de un ataque masivo con misiles y drones rusos sobre Kiev.
La cita se desarrollará en la residencia de Trump en Mar-a-Lago y será la primera reunión presencial entre ambos mandatarios desde octubre, cuando Trump rechazó la petición de Zelensky para recibir misiles Tomahawk de largo alcance.
Durante una escala previa en Canadá el sábado, Zelensky expresó su esperanza en que las conversaciones con Trump sean “muy constructivas” y consideró que el reciente ataque ruso a la capital ucraniana es una muestra de la negativa de Vladimir Putin a buscar una salida negociada.
“Este ataque es, una vez más, la respuesta de Rusia a nuestros esfuerzos de paz. Y esto realmente demostró que Putin no quiere la paz”, insistió el presidente ucraniano en su postura sólida frente a los continuos bombardeos rusos sobre edificios residenciales e infraestructura crítica para la sociedad ucraniana.
Las conversaciones bilaterales entre los mandatarios de Ucrania y Estados Unidos están programadas para comenzar el domingo al mediodía (hora local; 20:00 de Kiev). La delegación ucraniana incluye al secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa, Rustem Umerov; al ministro de Economía, Oleksiy Sobolev; al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Andriy Hnatov; al asesor de la Oficina del Presidente, Oleksandr Bevz; y al primer viceministro de Asuntos Exteriores, Serhiy Kyslytsia.
Por parte estadounidense, además del presidente republicano, participarán el enviado especial Steve Witkoff, el asesor principal y yerno presidencial Jared Kushner, y otros funcionarios.
Durante su escala en Canadá, el presidente ucraniano sostuvo una conferencia telefónica con líderes europeos que, según el canciller alemán Friedrich Merz, reiteraron su respaldo a los esfuerzos de paz impulsados por Ucrania. Por su parte, Rusia acusó a Kiev y a sus aliados de Euripa de tratar de “torpedear” un plan previo negociado por Washington para detener los combates.
Los líderes de la Unión Europea, Úrsula Von der Leyen y Antonio Costa, quienes participaron en la llamada, aseguraron que el apoyo del bloque a Ucrania se mantendrá firme y prometieron mantener la presión sobre el Kremlin para alcanzar un acuerdo.
“Las garantías de seguridad deben ser simultáneas con el fin de la guerra, porque debemos tener confianza en que Rusia no volverá a iniciar la agresión”, afirmó Zelensky en Canadá, quien insistió en la necesidad de garantías sólidas y en discutir sus condiciones.
Ucrania también demanda mayor respaldo europeo y estadounidense en materia de financiamiento y armamento, con énfasis en el suministro de drones. El primer ministro canadiense, Mark Carney, anunció, tras reunirse con Zelensky, una nueva asistencia económica de 1.820 millones de dólares para la reconstrucción del país invadido una vez que finalice el conflicto.
Hasta el momento, el inquilino de la Casa Blanca no manifestó ningún tipo de respaldo a la nueva propuesta de paz, aunque dio el visto bueno al diálogo de la jornada de hoy: “(Zelensky) no tiene nada hasta que yo lo apruebe. Así que veremos qué tiene”.
Las negociaciones abordarán un plan que contempla detener la guerra sobre las actuales líneas del frente y podría implicar que Ucrania retire sus fuerzas del este, con la creación de zonas desmilitarizadas como amortiguación. Este enfoque representa el reconocimiento más explícito hasta la fecha por parte de Kiev de posibles concesiones territoriales, aunque no está previsto que Ucrania abandone el 20% de la región oriental de Donetsk que aún controla, la principal reivindicación territorial rusa.
Trump ha situado el fin de las guerras en Ucrania y Gaza como eje central de su aspiración a un segundo mandato presidencial, presentándose como “presidente de paz”.
(Con información de AFP)

